Las vueltas de la vida
La vida da tantas vueltas que quizás un día
ayer sea hoy o, mejor aún, que el ayer
no transcurra hasta mañana.
Así fue que volví atrás sobre mis pasos
a recoger la rosa bella a orillas del camino
o tal vez di un giro para alcanzar en el aire
una hoja de otoño, solitaria, náufraga en el viento.
Pero quizás no volví ni giré
sino simplemente me dormí hoy
y me desperté anoche,
junto a ti en tu almohada
embriagado en tus perfumes
enredado en tus cabellos
acunado entre tus brazos.
La vida da tantas vueltas que quizás mañana
soñemos con un ayer en el que tú y yo
nos veamos por primera vez
y nuestros pies comiencen a caminar,
nuestros ojos a ver el mismo horizonte
y nuestros corazones a batir el mismo tambor.
La vida da tantas vueltas que quizás ayer
comenzó a forjarse otro mañana.
Volví a buscarte
Pasé otra vez por el lugar
en que te quedaste un día extasiada
saboreando la miel
de la rosa encarnada;
Allí estabas aún
mojada por las lluvias
reseca por los soles
y las sales de la tierra,
agitada por los vientos
con los ojos vidriosos
húmedos de tantas lejanías.
Mis ojos te invitaron
mis manos se tendieron
puse mi capa raída
a guisa de sendero
y tus pies vinieron solos
seguidos de tu sonrisa desgranada.
Ven, amiga, refúgiate en la sombra
de mi desgarbada figura,
yo también tengo dolores en el alma;
juntos el pan es menos duro
y el agua menos amarga.
Invitación
Súbete a mi ilusión
Y soñemos mundos posibles
En los que tú y yo habitaremos
Flores renacidas tras las sombras
Seca ya tus ojos mustios de tanta sal
Y deja que esos labios secos
Vuelvan a beber el néctar de estas flores
Que renacen en nuestro patio.
Abre tus balcones a las brisas de primavera
Que perfumadas de flores y cantos de pájaros
Ofrecen nueva vida…