Fátima Aranda

Todo no es de color

La mañana, derrotada, 

terminó regalando auroras

en la cola de cualquier baño. 

Ni siquiera la poesía esquiva

la crueldad del desengaño; 

esa en la que se pierde algo más

que la ingenuidad del alma y

acabas entendiendo

que no hay puntos que suturen ya

este colorín colorado. 

Luz De Gas