Un viento frío
atempera en derredor.
No viene del norte,
viene de un ventilador
artificial , impío,
de insustanciado importe.
¿Si te dieran alas
¿ Hasta donde llegarías?
Mí primer viaje sería,
a los altos hornos.
Con cuerpos inertes, los alimentaría.
Como a dos mastines ingleses,
petrificados del asombro
ante mí escrupuloso método
De recolectar sus heces.
¡habemus morten¡
Llegaría...
a los cantos místicos de... Shubert
—ave Maria— (María y ave)
en un inframundo disoluble
en las sienes ominas de Hades
o en el polvo centrifugado
en las exequias de mí propio padre.
Quizás...
a la pilastra de los candelabros.
—si tu habrías dicho ojos de serpiente—
Yo abriría mis ojos al neo barro
para cohonestar contigo
en el acto fáctico de muerte.
Con esto digo:
Hay seres que no mueren tanto.
Y otros que morimos muchas veces.
La real y divina bendición
sería , ser mamífero y alado,
y no el hombre nuevo halado,
por los alambres de revolución.
Sí me dieran alas...
Alas... !Alas para volar¡
No volviera a mendigar alas de pollo
Irrestrictamente a la hora de almorzar.
!De polvo eres y al polvo volverás¡
De haber escogido septentrión
Sería muy sencillo desintegrar
El polvo minimizado que hasta ahora he sido
En las cenizas, como evidencia de una
cremación.
Baires,;11/12/19