Qué diría Dios
cuando el amor
ha sido mancillado
con las feroces palabras,
cuando el amor
ha sido enlodados
por la indiferencia,
cuando el amor
ha sido ahogado
en arenas movedizas
de la traición.
¡Qué diría Dios! Nada,
cada vez que alguien
le da un escupitajo al amor,
“ese ser”,
no debería tener piedad
ni del cielo
ni del infierno
ni tampoco del purgatorio.
D.Valencia