¿Cómo llegaste a mí...
por cuál camino?
yo te estaba
esperando junto al pino,
para escuchar
los gorjeos de las torcazas,
las que apenas
abandonan sus nidos.
¡Cómo llegaste a mí...
si no escuché tus pasos!
venías con tu silencio agazapado,
venías a dejarme tus besos
y un corazón apasionado.
¿Por cuál camino llegaste a mí?
Por el que está
sembrado de claveles...
o, el que tiene clavellinas
en sus orillas, florecidas...
o, por aquel que lo circunda
un río de aguas fúlgidas,
que se escucha en su murmullo,
el cantar de los pájaros silvestres.
Tú llegaste como enviado de los cielos,
para acompañar mi vida atormentada.
Yo te esperaba amor y tú llegaste,
como un rayo de sol que fulgurece
sobre el cristal del páramo sombrío,
en donde tiritan los frailejones, de frío.
¡Yo te esperaba amor y tú llegaste!
Con tus brazos extendidos,
dispuestos al abrazo enternecido,
a entibiar con tu pasión
mis noches gélidas...
hasta hacerme vibrar el corazón.
Tú llegaste con tu alma enamorada,
a brindarme tus cálidas caricias...
ya no seré aquella alma atormentada,
qué, como fantasma buscaba refugiarse
tras de un muro de agonía impenetrable.
¡Tú llegaste amor y te quedaste!
Felina