Mi desnudez se limpia
por las gotas del rocío,
formando, sobre mi piel revivida,
un collar de perlas relucientes,
reflejando por un momento
recuerdos de mis sueños,
cual cautivos silenciosos,
vuelvan a hablarme,
antes que rayos del alba,
con besos del sol,
de su esencia me priven,
dejando mi corazón
por las noches a anhelar,
cuando en cuerpo, mente y alma
en uno nos fundimos
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