Para costumbres nuestras noches;
Diligente sobre mi pecho, redirigiendo mis latidos de tu oído a tus dedos, de tus dedos a mi abdomen, y de mi abdomen a mi garganta, y de mi garganta a un suspiro, que es más tuyo que mío.
Llorar, así como solo lloras tú, llorando sin saber que quieres llorar, sin siquiera saber que te duele existir, que te duele correr, comer, quererme y no quererme, quererlo y quererlo más de lo que quieres.
Solo mirando una puerta abierta, sin luz, sin nada, que a decir verdad me recuerda a nosotros 2, ¡Par de llorones! Que nos vemos, y en realidad no vemos nada, ¡Y la maldita nada tiene ojos color a todo!
Esconde el viento, y la costumbre de recoger tu cabello para besar tu frente sin tener que quedarme con algún cabello Esconde granizo y agua de lluvia Esconde miedo y proezas Cervezas y sexo, esto y aquello, aquello y tú, tu y yo.
Ojitos de tierra espesa, que lloran cuando me besan Y que me besan para poder en paz llorar.