Sanando un ave fénix a mis mermas
renazco de mis íntimas cenizas
cubriendo a mis heridas más enfermas
con todas las virtudes que enfatizas.
Viajando por corrientes antes yermas
semejan ser, mis alas, primerizas
curadas en vapores de unas termas
repletas del amor que exteriorizas.
Comienzo a levantarme en otro vuelo
feliz al descorrer el sutil velo
de todo lo que ofreces y que es tuyo.
Mi estirpe es la de cóndores y albatros
y ardiendo mi linaje en sus teatros
contigo, un nuevo nido, reconstruyo.