Ya no habrá
espacio
entre tú y yo.
Sombra amenazante
que dichosa, pasea
su nombre como estadía
en un columpio abandonado.
Entre herrajes y materiales
nocivos
la perdurable iniciación
al cuerpo,
será destituida por tus manos
de sol abrasadoras.
Y el caleidoscopio de miradas
y ausencias, se hará
niebla matinal, con un
corazón
consternado-.
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