Gonzalo Ramos Aranda

De López (Gatell) y de su repartición de culpas

“Excusas, sosas, . . . insulsas.”

Amlo, necesita, urgente,
otro asesor que lo oriente,
epidemiólogo, recto,
sabio, intachable, correcto.

Que, con toda seriedad,
asuma responsabilidad
en la situación, que apremia,
de esta luctuosa pandemia.

López Gatell, no funciona,
toda confianza traiciona,
de ineptitud, hace alarde,
este domingo, en la tarde.

Serio, para no variar,
mal quiso justificar
lo que es injustificable,
de manera reprobable.

Ya que, hace días, que llegamos
y, por cierto, rebasamos,
los sesenta mil de muertos,
muchos, por sus desaciertos.

Hugo, propio, circunspecto,
salió fregón, muy experto,
en eso del repartimiento
de culpas, sin miramiento.

De pretextos, dio un alud:
los servicios de salud,
tan deteriorados, pues,
inculpó, también, después.

A sociales desigualdades,
a crónicas enfermedades,
a la mala alimentación,
bueno, hasta a la corrupción.

Del mexicano, ¡sandeces!,
demostrando, así, con creces,
que no pudo con la chamba,
tanta excusa . . . nada cambia.

Su cometido, mal hecho,
es evidente, es un hecho,
su impericia, desaciertos,
tienen panteones repletos.

De evasivas, un rosario,
escudarse, don primario,
achacó fallecimientos
a la obesidad, sin tientos.

A la comida “chatarra”,
tiene la mente chaparra,
sin reconocer errores,
que, en realidad, son “horrores”.

Necedades, como pocas,
ni siquiera un tapabocas
ha sido capaz de usar,
de sugerir, pa’ paliar.

La covid; el tal Huguito,
tiene el corazón chiquito,
él, que a todo echa la culpa,
no obtendrá jamás disculpa.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 26 de agosto del 2020
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)