Yamila Valenzuela

La luna como testigo (lunas)

 

 

 

La luna fue testigo de tu sueño y el mío

cuando el río corría y nuestro amor entrelazaba

y las sombras se esparcían entre los ramajes de los pinos

dejando un espacio para a nuestros besos señirnos;

 

en un abrazo cálido que se dan los amantes

entregándose ternura y pasión desbordante;

nos cruzamos en el dulce decir de la noche

y la luna se expandía cual hechizo sobre el bosque;

 

abriendo los canales para llevarnos al nirvana

con ese paso lento del morir de las tinieblas

hasta que el día ríe y se engalana

alcanzando el cielo azul y el calor de la mañana.

 

Este amor que cabalga a pelo y sin mesura

lleva el tiempo en su anca con la esperanza que emana

como eco que resuena y se repite al instante

entre tus palabras y las mías en el amor sembradas.

 

La luna fue testigo de tu embrujo que no olvido

dejando mi alma llena y con caricias cuajadas.

 

Yamila.