EL TRINO DEL TURPIAL
Yo te hallé en el primer trazo que Dios
delineó el bosquejo de alma y esencia
en la flor aromada en transparencia
que tiene la palabra ungida en voz
Y te hallé en brillantez del sol en hoz
sesgando los trigales de Florencia
cuando Miguel Ángel con su querencia
ofreció a la Sixtina su albornoz
Y te revaloré más de lo dado
más de lo que supongo hayas amado
con curvas de un arcoiris para ti
Porque me despojé de mi frescura
y con la matutina lluvia pura
di amor... el que jamás hubo por mi
Acaso no reniegue de mi suerte
ni de trigos, de Dios, ni de Florencia
tampoco de palabras hecha esencia
que ofrecen su albornoz al abstraerte
Pero punza desfalleciente haberte
amado con toda magnificencia
¡Y bastante conoce tu conciencia!
Que viene de un sentir mucho más fuerte
Y no precisamente de tu lado...
¡Todo fue del inicio equivocado!
Al amarte con todo mi candor
Y te amé... ¡Si, en altares de mi historia!
Donde trina un turpial con fiel memoria
¡El zureo sublime de un amor!
Beatriz Vicentelo
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