EL TAÑIDO DE TU DULCE VOZ,
PIDIÉNDOME ODIARTE.
CUANDO RECUERDO SU ROSTRO TAN SUAVE,
Y ESCUCHO QUE PIDES; QUE MI AMOR SE ACABE,
PERO TE LASTIMAN MIS VERSOS,
AUNQUE ESTÉS TAN LEJOS.
SENTADA EN LAS ROCAS,
DE MI BELLA MONTAÑA,
MIRANDO EL PAISAJE,
LLENO DE COLORES Y AHOGADO EN TRISTEZA,
CON GENTE VANA Y DESCONOCIDA;
MI ALMA MAREADA Y UN POCO PERDIDA,
ALBERGA DOLOR Y SE SIENTE ABATIDA.
PORQUE GUARDA CARIÑO,
A QUIEN DIJO \"TE AMO MI NIÑA\"