Amor mío,
¿Qué es lo que esconde tu mirada?
Puedo verlo a simple vista.
Detrás de esos perfectos ojos negros y brillosos,
se esconde un dolor insoportable,
que te quema y te invade.
Quizás fue un amor lejano,
que se fue sin decir adiós,
o algún verso mal gastado
que de agonía te ha llenado.
Es un pasado perdido,
un amor que se ha ido
y no volverá sin ser llamado.
Veo que te sientes vacío,
con ganas de llorar y de reír.
Sé que la amas hasta la muerte
y no te obligo a detenerte.
Nuestro amor
se ha vuelto amargo y lejano.
A distancia y sin lograr saciar las ansias.
Déjame amor mío
y búscala hasta en el rincón más sombrío.
Si ella es a quien amas,
pues ese debe ser tu destino
y no seré una piedra en el camino.
Sólo deseo ver de nuevo
dibujada en tu cara,
aquella perfecta sonrisa
hecha ceniza.
Los veré a distancia,
tomados de las manos.
Como dos pequeños niños
jugando en el jardín de infancia.
Quizá el dolor para mí sea amargo,
pero me iré feliz sabiendo que jamás
derramarás otra lágrima a lo largo de tu estancia.