Raynier Garrido

Guerra nefasta

Guerra nefasta 

Ya no me regocijo en la victoria
pues aunque he recogido el botín de cada campo de batalla que he pisado,
en el campamento que reposo me pesa la ausencia de mi más preciado tesoro.

Mi musa se ha marchado,
lo digo como si en algún momento fue de mi propiedad, cuando realmente ni la realidad que percibo me pertenece,
cuando la verdad es que fue ella quien decidió acompañarme en la gloria y la derrota, y de la misma manera decidió desaparecer, mientras yo luchaba.

Yo luché por ella, fue entonces cuando supe que la había perdido, porque a pesar de que anteriormente ya había luchado, lo había hecho con ella a mi lado, y no para que se quedara conmigo.

Peleé batallas, propias y ajenas.
peleé con ganas, crucé océanos,
quemé los barcos y con ellos toda esperanza de volver a casa, como buen guerrero simplemente avancé hacia la guerra, y todo eso lo hice pensando en la paz porque aunque suene paradójico todo verdadero guerrero odia la guerra.

Defendiendo causas perdidas, la perdí a ella,
a ella que era mi escudo y espada,
a ella que cuando sus brazos me rodeaban me sentía seguro, como detrás de una moralla fortificada.

Ella me hacía invencible y solamente ante ella fui vulnerable, y a pesar de eso decidí enfrentar solo otros rivales,
y fue entonces cuando encontré la derrota antes de ir a la guerra, y al volver sin gloria ni honor, ella ya se había marchado.

-Raynier Garrido