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LA DEPRE DEL DOMINGO

  Si estamos satisfechos con nuestra vida, y perseguimos una meta de la que nos sentimos orgullosos, en ese  espacio, resonarán la calma y el anhelo de volver a la actividad.Si por el contrario hemos renunciado a nuestros sueños viviendo por pura inercia, la melancolía que se instala durante la pausa es una invitación a replantearnos nuestra vida enderezando su rumbo. En ese sentido, las denominadas \"crisis existenciales\" que nos asaltan en determinadas etapas de nuestra vida, son de gran utilidad, ya que nos ponen en sobre aviso para cambiar lo que ya no funciona, asumir nuevos retos, y crecer interiormente. Detrás de algunas depresiones, se encuentra ese vacío que nos dice que nuestra vida ha dejado de tener sentido, y ha llegado el momento de actuar.Si hasta ahora hemos vivido en la apatía, ¿qué mejor momento para cambiar?.