Yamila Valenzuela

Amarnos sin amarnos (lunas)

 

 

 

Caminábamos, entrelazadas nuestras manos

bajo la tenue música del mar al juntarse con el río

y más allá donde nuestros ojos se encontraron

la luna al vernos, reía con placido alivio.

 

Nos asimos al amar abriendo nuestros afectos

viviendo cada instante con un beso cándido

despertando la pasión con los sonidos perfectos

que elevaban el placer de amarnos y abrazarnos.

 

Tu mirada desnudaba en mí todo aquello

que el tiempo y el destino en mi interior quemaron

te dejé profundizar mi alma por entero

y en un instante los deseos afloraron.

 

La luna ruborizada tapo sus ojos con un velo

y nos entregó la noche con un céfiro tibio

más una balada para amores de fuego

que se amaban en un nido colorido y pispo.

 

 

Intensa fue la noche de amarnos sin amarnos

tus ojos y mis ojos jamás se encontraron.

 

Yamila.