A esas montañas sagradas
que llegaban hasta el cielo
llegaron los eremitas
a meditar en silencio.
Por esos profundos valles
el arroyo del silencio
no se escucha en sus gargantas
el murmullo discurriendo.
Un misticismo ancestral
entre robles y abedules
bosques de enebros y encinas
colonias de pechiazules.
La joya de ese lugar
es Peñalba de Santiago
donde llegó a meditar
el bueno de San Genadio.
Ese lugar encantado
donde se escucha el silencio
está enclavado en El Bierzo
es el Valle del Silencio.
Classman