Inquietas con los supuestos
de ideas elementales
concediendo credenciales
al amo del intelecto.
Articulan improperios,
brindan saludos cordiales
defensoras de su imperio
con argumentos cabales.
Auxilian al buen criterio
en las buenas y en los males.
Bálsamo en la pesadumbre,
hiel en ruda discusión.
Aisladas de la razón
traicioneras por costumbre.
Desentendidas del tacto
eventual o recurrente,
soberbias ante el recato
peculiarmente imprudente
su normal estilo innato.
Inspiración de poetas,
musas de un sutil versar.
Graciosas para expresar
sin artimañas secretas.
Cruciales en las intrigas
sin triquiñuelas macabras,
no asumiéndose mendigas
tampoco promesas magras,
como amigas y enemigas
nos asisten las palabras.
@MucioNacud ©