Suave brisa de una noche de verano
Recorre su cuerpo de arriba abajo
La luna ilumina su cabello negro azulado
La cubre con seda gris y zapatos plateados
Reflejo de su luz, sus ojos iluminados
Es la brisa que acaricia su piel sin descanso
Cuando soy yo quien quisiera disfrutar de ellas y de esa luz que la naturaleza le ha dado
Más fue la brisa, y, no yo, quien su bello erizó hasta hacerla estremecer
Fue la noche de verano que trajo a sus oídos melodías de antaño que embriagaron sus sentidos, que sus ojos empañaron, que su mente hizo volar sin encontrar su regazo…
Envidiable brisa que te depositaste en sus labios recordándole aquellos besos, aquellos besos ya olvidados, aquellos que nunca se olvidan y aquellos otros que no están a su lado…