Cautivo tras el celo de los goznes
un perfil amargado y transitorio
con el rostro perplejo y sin respuestas
ven pasar la tristeza de sus horas
Clamando la injusticia a su manera
de su bocas un ruego que se escapa
los ancianos también queremos vivir
no nos dejen morir sin el consuelo
Y la calumnia como siempre astuta
regalando los oídos con palabras
nos dicen que tranquilos, no hay peligro
aunque siguen llenando sepulturas
Todo perece ante la cruel condena
del virus tan terrible que no para
y siguen botellones a altas horas
discotecas con alma de canciones
En la triste batalla del olvido
regalando su calma siempre blanca
con una sonrisa en sus tristes labios
y el tembloteo de sus cansadas mano
Y ese miedo perenne en su mirada
repitiendo la triste cantinela
los ancianos también queremos vivir
que hemos hecho para merecer esto