Hay gente que tiene miedo de vivir,
de llenarse los pulmones de aire,
de llenarse los pies de tierra,
de correr bajo la lluvia...
pero disfrutan yendo de compras,
creyendo que con ello son felices.
Veo con tristeza que en un pequeño lapso de tiempo
se gastan el dinero que les costó varios días de trabajo.
El creativo consumismo ha logrado meterse
en la cabeza de casi todo el mundo,
tirando por los aires los sombreros de la cordura
y despojándolos de todo raciocinio,
negándoles la oportunidad de ser felices
con cosas verdaderamente importantes.
¿Por qué invertir dinero en un gimnasio,
cuando se puede hacer ejercicio en casa o al aire libre?
¿Por qué mejor no comprar los clásicos de literatura
y ejercitar nuestra cultura y alma?
Por desgracia, el capitalismo es experto
en lanzar el bombardero certero para tenernos sometidos
y con nosotros hacer más rico al rico.
Nos engañan con las ventas de temporada a bajos precios,
que antes fueron subidos para que caigamos en el engaño
de las grandes ofertas que las revistas y periódicos
anuncian indiscriminadamente
y los hijos del pueblo más poderoso,
nos dejamos engañar completamente.
Éstos son solo pensamientos que plasmo
desde el tintero de mis ideas,
llegando a la conclusión de que somos un pueblo
que ha permitido que nos roben
lo más hermoso de nuestra naturaleza,
que es vivir y gozar de las cosas sencillas.
Anna Gutiérrez.