De loco la muchedumbre lo tildó
cuando de amor al prójimo
Jesús en el desierto clamó.
En las tabernas de aquel puerto
tras el brindis de los tarros en aquel ambiente inmundo
Cristóbal un loco marinero hablaba de un nuevo mundo.
Con su frágil y pequeña humanidad,
del yugo opresor, practicando la no violencia
Gandhi, un loco soño darle a su pueblo libertad.
Loco era ese pastorcito cuando en el campo
a sus ovejas, Benito soñando les contaba
que vestido en elegante traje, toda una nación gobernaba.
Loco estaba Ángel, aquel amigo
que a lejanas tierras marchó tras una ilusión
con los bolsillos vacíos pero un gran tesoro en el corazón.
Loco tú que con las manos llenas de nada
al pie de una ventana entonaste bella canción
ofreciéndole a tu amada un mundo de cielo y estrellas, un mundo de ficción.
Loca estaba mi madre cuando un día cerca del pozo
enamorado mi padre agua le pidió
pues en ese sorbo también el corazón le entregó.
El amor no es llana locura
y recorrerlo es escabroso camino
es hermoso como una rosa, pero la rosa también tiene espinos.
Dime entonces vida mía, porque me piden cordura
si preso, atado estoy a tu embeleso
con cadena de amor que es dulce atadura.
Esa cadena invisible
que me priva del mundo con amorosa locura
es virus que enferma de pasión y no tiene cura.
Porque sonrío a solas y lanzo suspiros al viento
de loco me piensa la gente
yo no sé si estoy loco, pero me encanta esa locura porque vives en mi mente.
Este mundo ha sido un mundo de locos, los ha habido desde el principio de la creación,
unos en la mano un pincel, otros una pluma y hay quienes música hacen nacer
y otros muchos, suspiros nacen de su corazón.
Cada quién con su locura, cada quién con su querencia y su pasión
todos ocultan un loco dentro del pecho
y más cuando esa locura es por amor.
GASTÓN MEDINA VÁZQUEZ