José Luis Barrientos León

Entre silencio y recuerdos

 

 

Inmóvil, removiendo recuerdos, en un jardín sin flores, lleno de silencios

Recogiendo las hojas muertas, donde ya no crece la hierba

Consumido por un calor de averno que calcina el alma

Inerte, abstraído de todo, así he concluido luego de tu partida

 

Abrase la mentira de un sueño egoísta, ¡eras mía ¡

Sufrí el desvelo de horas eternas, recostado en tu pecho

Tu boca fue manantial cristalino, rebosante de noche

Y hoy me descubro, hundido en la nada, al ver que te has ido

 

Crees que acaso podríamos ser sombras en el cuarto vacío

O que tus manos de nuevo cobijan mi cuerpo

Acaso el éxtasis podría ser savia vital que renueve el olivo

O tu rostro en mi memoria, sea piel y caricia que alimente la vida

 

Ya no cierro los ojos, esperando el regreso

Ya no escucho sonidos, todo es soledad, melancolía

Creo estar donde estás, entre nieblas y recuerdos

Pero la verdad es cruel y es una. Nunca ya retornaremos

 

Nunca más tus pasos serán mi guía y camino

Nunca más mi corazón palpitara con tu aliento

Nunca más mi mano abierta te estrechara en mi pecho

Nunca más diré Amada, Nunca más serás olvidada