Tanto andar,
tanto camino.
Tanto probar.
¿Tanto destino?
Ahora aquí, contigo,
comprendo, siento
que tanto y necesario,
me trajo a tiempo.
Tiempo de sellos, de registros,
de instalar aromas y sabores.
Otro de aprender rumbo y calma.
Otro de negar la memoria.
Luego la madurez, el desconsuelo
de ver lo todo en el suelo.
Yo, que a poco de caminar,
conocí el cielo.
Reí, canté, corrí, viví,
morí, lloré, vendí, creí,
compré, rompí, busqué,
busqué, busqué, busqué…
el camino de regreso,
las huellas de tus pies,
por caminos insólitos y mudos
lejanos y perdidos.
¡Qué larga fue la noche!
Los sueños me han secado la garganta.
Hoy amanezco a tu lado,
a salvo en casa.