¿Debajo de la soledad del bosque
habrá dolor?
¿Habrán mansiones de alientos contenidos
o voces que sepultan los vacíos
o temor?
Al bosque lo conozco desde los aviones.
Mi padre sí lo conocía
desde más abajo
pero hace tiempo está dormido en la sombra.
Desde sus ojeras de cristal
sin tacto
¿querrá volver al silencio de las hojas?
Hago un paréntesis: aquí ventea por todo.
No hay motivos - ¿hay motivos? -
no hay escollos como en Chile
y aunque el bosque está en la gente
que nos visita
aquí ventea por todo.
Aliándome con el viento que lo revuelve todo
yo mismo hago preguntas
de intensidad callada.
Al bosque lo conozco
solo desde las ventanas.