Ha llegado a verme a tiempo,
ha venido ella, la apasionada niña,
la que con sus lágrimas me llena de risas,
disipa mis imágenes neuróticas
y acribilla mis monstruos.
No hay más silencio que duela,
si su noche es exquisita;
ha venido a inundarme de paz,
ha venido a complementar mis rimas
y su dolor abraza mis heridas.
Ella me acaricia a cada instante,
mi princesa esta endulzando
el tostado que me dejó este viaje,
ya no hay silencio que de miedo,
Luna me mira y se abrillantan mis pupilas.
© El Yarawix