Tengo que irme
aquí te dejo las migajas del amor
que alguna ves me diste,
tus cartas y todos tus besos… falsos
Ojala cobres con creces
lo que te mereces
por la vida que perdiste.
Fui un estupido
un tonto hechizado,
que se perdió en tu cuerpo
y en tus engañosas palabras,
¿Por qué no fui tu amigo nada más?
Hoy sufro esa traición
en lágrimas de sal,
no fui capaz de rechazar
la tentación de la lujuria.
Contaba los minutos
para estar entre tus brazos,
me voy con el pecho herido
¿Por qué no fui tu amigo nada más?
Derechos de autor reservados Francisco Auger