A veces se desboca
Mi alma como un caballo
Con su desmedida frente azul
Son placentas sus belfos
Lleva Océanos en el lomo
Y galopa inefablemente amargado
Denigra de su antifaz terrenal
Porque cojea del corazón
Otras veces se echa a mi lado
Desembarcando antiquísimas preguntas
Enreda la telaraña del caos
Remojando mis sueños
Sin tregua recorremos caminos
Sus latidos son coces en mi cabeza
Araño en su cuello mi tumba
Y entre sus patas soy el caído
No tenemos ruta tampoco prisa
Solo paisajes sin perspectiva
La colilla de un cigarro
En el establo de la noche.