esta sima infinita no puede ser llenada que por un objeto infinito
Pascal
Yo también siempre lo he visto
delante mío ese abismo
pronto a tragarme, un abismo
abierto que me ha provocado
durante toda mi vida
pavorosos ataques de vértigo.
Puede ser embriagadora
esta sensación parecida
a la que prueba un funámbulo
avanzando sobre el vacío.
Cuando el viento sopla fuerte
estremeciendo la cuerda
floja, abro asustado los brazos.
El miedo loco a caerme
puede hacerme caer de veras.
Con los ojos cerrados, más viva
es la sensación del espacio
vacío que atrae hacia el fondo
de manera irresistible.
Con los ojos cerrados se excava
un abismo aún más profundo
en el interior de la mente
que atrae hacia dónde no sé.
Quizá hacia algún lugar oculto
perdido en la geografía
del alma, si es que un alma
existe, dentro de nosotros,
casi siempre dormida y que sólo
aflora cuando soñamos.