andrea barbaranelli

El abismo

 

 

esta sima infinita no puede ser llenada que por un objeto infinito

                                                                                                    Pascal

 

Yo también siempre lo he visto

delante mío  ese abismo

pronto a tragarme, un abismo

abierto que me ha provocado

durante toda mi vida

pavorosos ataques de vértigo.

 

Puede ser embriagadora

esta sensación parecida

a la que prueba un funámbulo

avanzando sobre el vacío.

 

Cuando el viento sopla fuerte

estremeciendo la cuerda

floja, abro asustado los brazos.

El miedo loco a caerme

puede hacerme caer de veras.

 

Con los ojos cerrados, más viva

es la sensación del espacio

vacío que atrae hacia el fondo

de manera irresistible.

 

Con los ojos cerrados se excava

un abismo aún más profundo

en el interior de la mente

que atrae hacia dónde no sé.

 

Quizá hacia algún lugar oculto

perdido en la geografía

del alma, si es que un alma

existe, dentro de nosotros,

casi siempre dormida y que sólo

aflora cuando soñamos.