amaroz

EL  VAGÓN

 

 

Suelas y tacones, se ignoran con descaro;

 

pantalones y vestidos, se rozan sin reparo.

 

Labios ocupados, en susurros apegados;

 

orejas secuestradas, en bitoques alambrados.

 

 

Las miradas son furtivas, sin peso ni dirección;

 

buscan atractivos, pero nada de comunicación.

 

Cristales de fugas contenidas, lazos que no son;

 

preguntas sin respuestas, por prisas del vagón.

 

 

¿Cuánto se rebaja la amistad, si no se halla?

 

¿Cuánto damos por una verdad, si están en batalla?

 

Voy a unir las vías, de vidas y trenes a ralla.

 

Voy a desunir cadenas, de miedo y de pantalla.