Tu mirada en rebelión, contemplando el cielo y el crepúsculo
Mis manos en seducción, acariciando las melodías de tu pensamiento
Me parece que, por la ventana, entra la luna para esconderse
Entre tus sueños y mis brazos, entre tu suavidad y mi algarabía
Me encuentro en ti, en tu cascada de sueños
En la sangre turbulenta que recorre tu cuerpo
Me encuentro en ti, en tu jardín de jazmines
En el aroma de tu piel, en la suavidad de tus labios
Se que tu corazón no sabe de razones
Que tu pasión es cielo y nube, donde se entregan los dioses
Se que tu mirada es ilusión de sueños infinitos
Que tu piel es seda para cubrir mi desnudez
Serás mía, como la brisa de la tarde, que refresca la agonía
Mi alma nacerá a la orilla de tus ojos
Tus palabras y las mías se ahogarán entre besos
Y juntos al caer la noche, nos entregamos de nuevo