\'Qué no fue nuestro momento\'
- décimas espinelas -
Qué no fue nuestro momento.
Qué no debí conocerte.
Solo quería quererte
todo se volvió un tormento.
Pensé que ese fresco viento
que circula por el norte
no produciría un corte
a mi rojo corazón.
Sé que no oí tu razón:
\"nunca serás mi consorte\".
Se me juntaron el hambre
con las ganas de comer,
eso me impidió en ti ver
que podía ser tu fiambre.
Colocado como alambre
y enrollado a tu cintura,
bebí de ti la mistura
comiendo un jamón serrano:
blanco, dulce, suave, albano
y en tu vientre una costura.
Seguía entonces soñando,
que era el caballero andante
aquel hombre que galante
te seguía cortejando.
De tu pecho yo mamando
encontraba mi camino,
no necesitaba vino
lo tuyo es maná de Santa,
aire fresco en mi garganta,
y el Santo Grial del destino.
Triste hoy lo digo: \"te quiero\",
me cuesta ver la verdad
no es sólo casualidad
por tu amor mujer yo muero.
Pero el hombre verdadero
que la razón te robó
y el corazón te quitó
está lejos de tu vida.
Y te deja aquella herida
que te apaga la ilusión.
Pobre iluso y desgraciado,
ya que en mí nunca priorizas
la alegría y esas risas
que le dabas al malvado.
Pero estaba yo a tu lado
y se muere mi barquilla.
Del barco rota la quilla
debo preguntar por dónde
o a qué ser la corresponde
enamorarte chiquilla
El guardián del centeno
02 - 09 - 2020