La denuncia.
A las seis de la tarde del 31 de agosto acudí al cuartel de la guardia civil.
Un agente de garita es el que recibe a quien allí llega por su pie.
Nadie puede pasar si el no lo ordena, pues el cuartel es como un castillo inexpugnable que defenderán con su vida los agentes. Para entrar al cuartel hay tres caminos.
Puedes hacerlo detenido, secuestrado, o presentarte allí como víctima .
Este último es el más difícil y doloroso , porque hay que dar explicaciones al primer agente que te recibe. Yo he entrado de todas las formas posibles. Esa tarde de autos lo hice por mi propio pie. Sabia que debería hacer un primer relato de los hechos para luego volver a hacerlo ante el oficial. La diferencia entre el primero y el segundo, era que en el segundo caso había preguntas, dudas, peligro de contradicciones. En el primero, el agente solo escucha; jamás puede hablar. No tiene derecho a decir más que: -pasa o vuélvete.
EL relato debería ser pues conciso, dándole importancia a los hechos de forma comprensible para el agente. De tal modo que no le quedara una excusa para mandarme a casa. Si el primer peldaño de la justicia considera que el relato o los hechos , no tienen importancia, no se entra a su fortaleza; a no ser que sea como hemos dicho :- detenido o secuestrado. El inconveniente de las otras opciones donde es más fácil entrar, es que la salida es más complicada. Muchas veces ocurre que en ese primer escalón, a los hechos no se les dan la importancia que tienen. La persona que llega por su pie buscando auxilio no lo recibe. Es expulsada la persona de la ley. Esta no quiere su caso. No es digna de su poder. Entonces situación personal del expulsado empeora. Hay casos en que por este asunto no resuelto, se vuelve al cuartel al cabo de un año detenido. En otras ocasiones hay un suicidio por medio. Pero en general, en la mayoría de personas lo que ocurre es que se sigue sufriendo lo que se quiere denunciar. Sobretodo en los casos de acoso que no son atendidos. Por eso las primeras explicaciones son las más importantes, mucho más que las del juicio, y sentencia. Porque estas explicaciones son el primer peldaño por el que se llega a la ley. Si ante la primera puerta dadas las explicaciones, el agente aparta su cuerpo de la entrada, y te invitare a entrar ,se llega a una sala de aceptado. En la sala de todos los cuarteles hay un sofá color caqui, una mesa y revistas de la guardia civil. En alguna pared aparece una foto del rey. Antes había fotos de los terroristas más buscados. Ahora están un poco descafeinadas las paredes sin fotos de gente en busca y captura como en el salvaje oeste.
Lo primero que escuché en el primer peldaño de la ley fue la voz del oficial, es decir la voz de la ley.
“buenas tardes caballero”
Luego llegó la famosa pregunta
¿ qué desea caballero?
Antes de que respondiera adiviné que sabia lo que me iba a contar :
Vengo a presentar denuncia.
¿ lo ha dicho usted o lo he dicho yo?- pensé
Antes de empezar a contar los hechos, como siempre el agente de pie, desde las escaleras; mira con indiferencia a la persona a la que juzga socialmente en una jerarquía de legal, medio legal, ilegal, y a la vez los hechos, mientras escucha y calla.. La persona y los hechos, estás dos variables son importantes. Los hechos pueden acreditar que la persona tiene derecho de denunciar. Pero si la persona es reconocida como desafecta, o pertenece a grupos desafectos, es posible que no pase la primera prueba de la ley y el agente bloquee la entrada con su cuerpo.
Sobre mi caso estaba en mi el temor de que podía parecerle irrelevante cuando se lo contara. Porque lo que iba a denunciar era solo el síntoma de una guerra extendida por toda la sociedad de Vall d´Uixó . Esta guerra no la podía declararla ante él sin ser condenado por él. Solo podía expresarle los síntomas más corrientes que pudiera entender el primer y segundo agente: conflictividad vecinal. Eso lo aceptaría de forma neutral y con indiferencia.
Diría tras escucharme: Pasé a la ley.
Eso siempre y cuando fuera legal o medio legal. Yo me movía en los peldaños entre ilegal o medio legal. Legal de ningún modo podía serlo, ya habiendo perdido mi impoluta virginidad legal en los calabozos.
Conflictividad vecinal. Esto solo era el síntoma superficial de lo que hay por debajo. La punta de un inmenso iceberg de miseria y maldad donde descansaba una sociedad mentalmente uniformada , amordazada, esclerótica en conjunto, donde el odio ideológico justifica el odio al diferente que lo convierten en ilegal o medio legal. El agente no era consciente de que ese iceber que me aplastaba desde su punta, mi vecina acosadora, hasta su base: todo el sistema político, social, laboral, judicial, económico . Ser acosado era mi modo de pasar la vida en un barril de pólvora llamado vall d´ Uixó cuya detonación querían que fuera en silencio
EL agente estuvo como siempre han de estar, sin decir nada, en su peldaño legal, aparentemente indiferente y atento, presto a cumplir con el deber de defender la seguridad de todos y todas sin diferencias ideológicas, de sexo, raciales, económicas. No parecía juzgarme. Era como esta la sociedad plural que le deja hablar.
Cuénteme que le ha pasado.
Entonces empecé hablarle. Ocurre en estos momentos que mucha gente en esta fase se pone nerviosa ante la primera autoridad que les sale al paso a la hora de exponer. En mi exposición hubo palabras concisas, correcta, sencillas, tranquilas. Le narré el último hecho que había vivido hacía un momento, donde casi me atropellan cuando mi vecina y su pareja cruzaron su coche delante de mis perros tras estar siguiéndonos . Nos habían estado haciendo un vídeo acusándome de maltrato animal por ir con un trineo con unos husky a por agua a la fuente. Buscaban provocarme, controlar mis movimientos, que dijera alguna cosa o hiciera algún amago de violencia y entonces denunciarme por agredirles. Esto era el síntoma. Los hechos de mi caso eran más complejos. Pero no podía exponérselos de una formas más amplia, donde si fuéramos tirando del hilo de la madeja, el propio agente era también culpable. Si hubiera perdido los nervios y le hubiera dicho que él tenía la culpa de que me acosaran , no hubiera conseguido mi objetivo, que no iba a conseguir, aunque si salir de allí con mucha información. Por eso es muy importante estar tranquilos en esta fase, y no perder de la memoria desde la primera palabra a la última porque todo la maquinaría tiene un engranaje jerárquico, diabólico porque pierdes el alma en el.
Puede pasar dentro, pero tardará un rato, ahora hay gente- me contestó.
Voy a tomar un café- le dije.
Esperé una hora más o menos antes de volver a intentarlo.
Al volver salió de la garita cuando me presenté allí. No me dijo ya buenas tardes caballero, ni cuénteme. Había hablado con su superior y me dejo entrar. Me guió ante la puerta donde se recogen por un oficial las denuncias. La puerta estaba cerrada. Se escuchaban voces. Me acomodo en un sofá no sé para que. Al cabo de menos de cinco minutos me dijo que iba a tardar mucho el oficial porque estaba llevando un caso complejo, que volviera más tarde o mañana. Salí sabiendo que estaban indecisos en mi caso. A las nueve volví. Es extrañó, había otro agente y no se sorprendió de verme. No hubo el buenas noche caballero, ni el cuénteme. Me dejo entrar. Mi entrada fue una excepción. Un privilegio porque no se iba a denunciar nada. Pero aún así se siguió todo el ritual por el oficial que estaba de guardia.
Cuénteme que le ha pasado caballero- Preguntó el oficial que fui llevado sin esperar.
La puerta no se cerró. Supe entonces que no le habían dado importancia al asunto.
Empecé de nuevo a narrar.
Es un caso de acoso vecinal del que varias veces he dado cuenta del mismo. Saqué una instancia del ayuntamiento para que viera que había un antecedente. Estaba fechado del 29 de julio del 2020, un mes y dos días antes. Los mismos motivos.
Leyó las tres hojas que había escrito al ayuntamiento exponiendo los hechos . Lo hizo con calma, estuvo atento, miró la instancia. Y me respondió concentrado en su contestación, bien mesurada.
Veo que se ha informado por Internet de la legislación, pero le aconsejo que para esto se asesore con un abogado. No es un caso de acoso, sino de conflictividad vecinal.
¿ y no es lo mismo el acoso y la conflictividad vecinal? Le interrumpí.
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Usted pone en esta hoja que solicita al Ayuntamiento que se le trate como víctima y no como parte del conflicto- Me habló con aspereza había un duro tono donde buscaba desacreditar mi argumento. Era momento de no desmoronarme- Explica que es usted una víctima. ¿ no es así?-
Así es- presentía que iba a hacerme una confesión.
No es como dice-me miró examinando mi rostro para saber el tono que necesitaba para que sus palabras arrasaran cualquier replica. En mi caso por el modo de juzgarme, iba a ser con palabras educadas, semejantes a las mías y que me hicieran pensar en mi culpa, más que señalarme como culpable. Era un oficial inteligente, cosa bastante rara y más en Vall d´Uixó- Usted ha hecho igual que ellos. Es parte del conflicto. Cuando usted presentó esta hoja al ayuntamiento, ella , estuvo aquí para ponerle una denuncia.
No me sorprendió que me dijera esto.
Prosiguió con calma, algo molesto conmigo porque cara a la ley efectivamente era tan culpable como ella. Perdía legalmente mi categoría de víctima oficialmente, y tenía razón el agente en sus argumentos legalistas. Pero deseó no sé el motivo, como quería informarme pasando por alto este hecho que en otra persona hubiera sido motivo de expulsión. si me dejo entrar excepcionalmente fue para eso. Y esto es algo que pocas personas consiguen.
Usted- me habló en tono de confesión, sin acusarme de nada- hizo una denuncia al ayuntamiento que publicó por internet explicando que ella le acusó de maltrato animal y el incidente como se había producido. Ya que usted es muy aficionado a escribir. También a nosotros nos ha sacado en sus escritos.¿ bien?. Ese escrito me lo mostró a mi.
Comprendí mi situación, estaba siendo acusado sin ser acusado. Pero eso no me asustaba, sino que ahora rondaba por mi cabeza quien se lo pudo pasar a mi vecina, asesorarle para que acabara en manos de ese agente. ¿ cuántos delatores y acosadores contra mi tenía a mi alrededor? No podía ser obra de una persona, sino de cientos. Esa denuncia era de carácter privado. La pasé por Internet, por wassap a cuatro personas. No fue publicado en youtube, ni en blog. Una de esas personas es una chica que sufre también acoso vecinal y está en manos de psicólogos por este motivo. Ella al ver la denuncia la colgó en facebook, pensando que difundir mi caso de acosos me ayudaba y la ayudaba. Me lo dijo y le pedí que la borrara. Estuvo en facebook unos 5 minutos. Mi amiga apenas tiene seguidores, y mi vecina no esta en su grupo de amigos. Así que alguien se lo paso de entorno de mis amistades. Es decir, que entre los amigos de mis amigos hay delatores y acosadores contra mí dispuesto a que alguien me denuncié. O mi wassap esta interceptado.
El agente proseguía su discurso sobre la materia del texto que fue a denunciar mi vecina por atentar a su honor. Es bastante cínico todo, yo llevo años llamando a las puertas de las autoridades para que me escuchen sin poder acceder a denunciar estos hechos. Sin embargo, en un texto donde explicó lo mejor que puedo acoso por esta mujer, es cierto que menciono que vivo en una zona de gente desequilibrada mentalmente, adictas a las drogas. ¿ estoy faltando al honor de esta gente, incitando al odio, o estoy informando de lo que pasa en ese lugar? Ahora ya no me preocupaba ella, sino que veía un enrome conjunto de personas contra mí. Era ella, el de abajo, el del medio, el que mira mi currículo en una ETT, el policía, el funcionario, el que me vende el pan, era mi amigo, alguien que me sigue por Internet el que me acosaba.
El agente prosiguió.
No le cogí la denuncia cuando me enseño el articulo porque entiendo que en la fiscalía no la cogerían como delito. Usted puede denunciarla a ella por atentar a su honor al llamarle maltratador de animales. Ella a usted por decirle en pocas palabra que está desequilibrada. La guardia civil se lava las manos. La denuncia en este caso es una denuncia privada al derecho al honor, no de acoso. Es decir ,que usted tendría que ir con un abogado particular y poner una querella privada, ella haría lo mismo, el conflicto así no se resuelve. El juez les condenaría a los dos porque han hecho lo mismo. Aquí yo no veo delito de acoso ya que no es continuado en el tiempo. Sino un delito particular de ambos que han cometido por igual. Usted es tan culpable como ella.
No pude menos que sentirme angustiado ante tal conclusión. Yo que era víctima y también culpable. Había una impunidad absoluta de mis acosadores hacia mi en la que yo siempre perdería.
Estaba indignado, pero nada sorprendido de cómo es el mundo de la ley- llevó años sufriendo el acoso de esta mujer, aunque no sé el motivo.
Entonces iba a descubrirse toda esa oscuridad que acompañaba a mi acoso generalizado, gracias al acoso de mi vecina. Un acoso judicial, laboral, social. Un acoso total en todos los frentes de la vida que se plasma en las denuncias anónimas en juzgados contra mi por mis publicaciones, en los insultos de mi vecina contra mi.
Lo que tiene contra usted es algo ideológico- contestó el agente viendo mi aturdimiento, y comprendiendo que no iba a insistir mucho más. Sabia en ese momento la conversación terminaría, que me levantaría vencido, reconociendo mi parte de culpa, daría las gracias, y me iría peor que entré para no volver sino era detenido. Sin embargo no era así. Acaba de comprender el motivo de mi acoso y eso valía más que la denuncia.
Las palabras del agente me hicieron recordar la bandera comunista. Hasta colgarla en el poste de la luz, sobre esta vecina que pasaba a diario por mi calle sin que me importara ni para bien ni para mal , no sabía nada de ella más que vivía por aquí.. Comprendí que me detestaba cuando me dijeron mis vecinos que iba diciendo por el lugar de que yo tenía ideas de un dictador. No le di importancia en el 2006. Llevó ya varios años hablando de su acoso a la policía, servicios sociales, ayuntamiento.. Sin que de eso quedé constancia alguna, sin que se haya hecho nada para evitar esta situación insana y empobrecedora. . EL delito de acoso comprendí en ese momento que era un delito de odio ideológico que llevó padeciendo por mucha gente en Vall d´ Uixó. Desde policías, funcionarios, políticos, la justicia, las empresas de colocación. Mis vecinos no me dan los buenos días. Siempre me han tratado como un tipo raro por las ideas que me atribuyen. La zona donde vivo es un gueto de basura blanca de extrema derecha. Son miserables e intolerantes. Decir esto justifica para ellos el acoso. Pero es una realidad compartida, hasta ellos mismos lo reconocen que son unos miserables todos los que viven por aquí, yo me incluyo es esta realidad Al expresarlo estoy defendiendo mi ideología que no es la del odio, sino que trata de solucionar este problema. Mi acoso lo justifican desde la deshumanización. No me ven como a un ser humano con sentimientos, sino una amenaza que expresa ideas que atentan contra sus valores. El ayuntamiento de Vall d´Uixó tampoco es un ayuntamiento que reconozca mucho las libertades. Mi ejemplo es la prueba. Desde la teoría y las publicaciones en Internet son los máximos defensores de la dignidad. Incluso tiene un museo de la paz y hablan de la dignidad de las personas, el derecho a tener y expresar todo el mundo la ideología que desee. Pero que pongan un ejemplo como el mío de excepción . Que digan en alto que gozo de libertad de expresar mis ideas sin sufrir denuncias anónimas, o sin que unos vecinos, encima de los más miserables, me persiga por la calle gritándome maltratador de animales, cabrón, o vaya diciendo que soy un dictador sin que pase nada. Al contrario, al final puedo ser yo denunciado por ofenderles a su honor. Solo pueden tener ideología ellos, la de extrema derecha. O que digan en voz alta las autoridades que deben garantizar las libertades de todas y todos, que en Vall d´Uixó, yo puedo gozar como otra persona de vivir de acuerdo con mis propias ideas en paz y libertad, cuando ni siquiera me esta permitido ir a por agua a la fuente con mis perros para regar mi huerto sin que acabe en la guardia civil. No tengo derecho a la seguridad, a descansar, a la paz, a trabajar, ni a ser feliz, ni querido por nadie, y supongo que no tengo derecho a vivir aquí.
Mi acoso es para expulsarme, además de intentar meterme en prisión con acusaciones falsas.
A veces dan ganas de llorar por la ceguera que acompaña a las personas para no reconocerse como personas, para dejar de respetarse como tales.
¿ se encuentra bien? Me preguntó el agente que me devolvía las hojas que había presentado al ayuntamiento para nada, viendo que parecía aturdido. Creo que pensaba que iba a ponerme a llorar.
Un mediador de barrio intentó suavizar las asperezas hace años- contesté de forma absurda levantando la cabeza que miraba al suelo mientras escuchaba al agente y pensaba - Tengo por casa la instancia. Al final me confesó que no había hablado con ella por problemas de agenda.
El agente me miró sin saber donde quería ir a parar.
Todo esto lo digo porque usted dice que soy parte del problema por hacer expresado de forma incorrecta, vulnerando el honor de esta señora haciendo una publicación con lo ocurrido. Quizás me equivoqué . Estaba desesperado y empecé a contar con sinceridad lo que sé. Es cierto que no tengo un certificado que muestre que están locos. Me basta sufrir las locuras que hacen para comprobarlo empíricamente . He acudido para solucionar esta situación a todo lo que estaba a mi alcance: Servicios sociales, el ayuntamiento, policía de barrio que mediara, juzgado de paz.. Usted reconoce que ella me llama maltratador de animales sin motivo, y que todo se ha originado por motivos ideológicos. por lo que toca a las instituciones ¿ qué van a hacer ? Nada, ser cómplices y repartir la culpa entre víctimas para el que verdugo tenga menos. El 50 %. Contempláis la guerra de los pobres frotándoos las manos. La injusticia os hace fuertes y astutos, más que ser justos.
Recogí mis cosas y salí con ellas del cuartel. El agente , imagino, saldría a respirar ya que no había nadie más. Quizás hablaría con el agente de la garita. Comentarían algo del caso como que siempre andamos molestando con nuestras miserias los pobres, que la ley da pena. O simplemente adelantaría papeleos pendientes cumpliendo con el deber. Eso nunca lo sabré. Yo tenía la fachada blanca detrás de mi espalda. Pensé que podría volver allí detenido si me preparaban una trampa y llegaba a la fatal pelea. Entonces podrían hasta meterme en prisión mi acosadora. EL juez no perdería el tiempo en averiguar que había pasado antes. Si puse una bandera comunista en el poste de la luz y originó un conflicto de odio de mi vecina y el resto de la comunidad. Su abogado diría que su odio estaba justificado por que yo hago vídeos y escritos sobre ellos donde los señalo como gente marginal y conflictiva. . He sido tratado peor que un perro por tener una ideología no perteneciente a la mayoría. Este es el origen de mi acoso. En este acoso forma parte el grueso de la sociedad de Vall d´ Uixó. Mi ideología de liberación me hacia esclavo y la suya de esclavos les hacia libres. Pero es mentira, a estos perros acosadores solo les daban una mísera paga de los esclavos en servicios sociales, trabajo en negro en la obra como el rumano, eterno aspirante a un taller de empleo. Les pagan por recoger chatarra en la calle para seguir esta guerra entre pobres. Cuando más miserables son, su acoso se manifiesta en forma de ley del cuchillo. Cuando el acosador es de posición más elevada, acude a la ley para que le haga el trabajo sucio en la guerra.
Ángel Blasco.
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