EL QUETZAL EN VUELO

SIGO SIENDO EL MISMO DE AYER

Te vi ayer, como salías del cesto de borradores, arrugados y tirados con coraje,

Esa noche de desvelo que ninguna letra venía a mi y los demonios en lugar de musas. Buscabas en la negación de mi noche una sola palabra para volver, sentí tus pasos, arrastrabas la pena, la soledad y la nostalgia como un grillete.

 

Sé, que llegaste a la cuerda quinta de mi guitarra y husmeaste en la pagina 52 de mi cuaderno. En el café nocturno aún estaba tu tristeza sentada junto al arrepentimiento desgarrador. El viento silbaba aquella mi canción SOY LO PROHIBIDO, que gustabas sumarle unas estrofas, para buscar mis lágrimas.

 

Sigo siendo ese reparador de sueños, aquel cantante del bar nocturno, quien trajo la tarde una madrugada, quien convirtió tu dolor en pasado y tus tristezas en risa y tu llanto en alegría, quien con lagrimas en el pecho, te rogo que no te fueras, mientras tu empacabas tus sueños, vaciabas mi alcoba de tus olores.

 

 Siempre tuve la sensación de hacerte la pregunta ¿y que harás ahora?

¿Qué harás cuando la tarde te llame y tus pasos te lleven a ese lugar donde fuiste a un tiempo la eternidad y el instante?, ¿Dime que harás cuando te encuentren aquellos amigos y pregunten, que haces fura de mi poema?

 

 

Sí, yo te busque, pregunte a todos aquellos que te conocen, no quería que me dieras tu amor, solo buscaba que me dijeras porque te fuiste, porque escuchaste a otros poetas y que te alimentaron con dudas y como maldición de la noche caísteis en ese vacío donde aún estas y que hace que se ensanche el abismo.

 

Sí, ya sé; nos buscamos, en rumbos equivocados, tu de ida y yo ya venía. Eras una flor en primavera y yo un árbol seco en su otoño, eras la mentira blanca y yo una negra verdad cierta, seguía siendo todo lo que te gustaba…el poema que nunca pudiste escribir. Sigo siendo el mismo de ayer… LO PROHIBIDO

 

 

 

 

 

 LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO