Tengo uno ojos
que ven sin asombro ni angustia
y guardan tristeza en su mirar
Tengo una nariz
que percibe un olor hostigante
Tengo unos oídos
que solo escuchan gritos abrumadores
Tengo una boca
que permanece muda
ante la incapacidad de la razón
y la incertidumbre que me rodea