“Uno de tantos desastres.”
López, necesita, urgente,
otro asesor, que lo oriente,
que haga que, sin falsedad,
comience a decir verdad.
Del país en que vivimos,
por sus graves desatinos,
del evidente fracaso
de “abrazos y no balazos”.
Él vive su mundo, aparte,
burla los hechos con arte;
en su informe de gobierno,
al son de su yo interno.
Manejó cifras dichosas,
alegres, maravillosas,
dijo que ya no es como antes,
que, en México, no hay masacres.
Triste, falaz, conclusión,
carente de toda razón,
pues, solo unas horas después,
su teoría sufrió revés.
Realidad, discurso aplaca,
por la noche, en Cuernavaca,
una tragedia terrible,
nos da actualidad creíble.
Mueren, así, masacrados,
ocho jóvenes, baleados,
que de Dios su alma goce,
heridos, quedan catorce.
La violencia va, con creces,
los últimos nueve meses,
de menos ocho masacres,
entre otros tantos desastres.
Andrés, ni por enterado,
ronda la utopía, soñado,
con esos los propios datos
de su pésimo mandato.
Defrauda, el mal “presidente”,
al pueblo “sabio”, incipiente,
les miente, asaz, los engaña,
no se le quita la maña.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 03 de septiembre del 2020
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