Hoy hago silencio,
Boris Gold se ha marchado
para siempre;
su mundo roto,
irreparable,
el barrio donde él podía ser él frente a su amor y la demás gente,
la bohemia consumida, arrasada por el devenir,
imbuido de recuerdos;
expuso su alma amena,
veterana, liviana, narrativa,
coloquial...
Adios Boris,
Q.E.P.D.