Caminé 500 millas
sin ti,
y volví a regresar.
Volé más de 100.000.000 de metros
sin ti…
y aquí sigo.
Con las mismas alas,
y cansado de insistir
simplemente sin ti.
Ahogado en mi propio
dolor,
no tuve tu amor.
Simplemente
te solté,
me cansé.
De tanto decirte
que te que quería
que te necesitaba.
Aprendí que al amor
hay que dejarlo
libre…
que capaz
te cansaste tanto
de mí.
Así que aprendí
a dejarte volar…
he aprendido a dejarte ir.