Me pareció verte, pero sólo era humo
ascendiendo hacia las estrellas;
y la más brillante, de entre todas ellas,
encierra el cielo en su mirada.
Empero, siento que todo se oscurece,
difuminando los colores;
y miedos desconocidos se suceden,
encerrando el aire en sus pulmones.
Amanece,
y la luz de aquélla permanece.