Siguió su boca de miel
que iluminaba el sendero
inundaba su desvelo
derritiéndose cada vez,
con la esperanza en el cielo
mirándose en los de él.
Y en cada minuto o segundo
seguiría la estrella a su paso
evitando dar zarpazos
esquivando cada rayo
para dormir en su regazo.
Una historia mata
otra historia
en el desnivel de la vida
es un caso de vibración
siempre tener la ocasión
de mantener la llama viva.