Rosita de Mendoza

Te espero

Te espero una tarde cualquiera

bajo la sombra de las glicinas

con mis labios rosados

y el corazón enamorado

 

Te espero una noche de luna

recostada en mi lecho

en suaves  sábanas de seda

perfumada con aguas de fresa

 

Te espero en la madrugada

al final de mi noche de insomnio

cargada de hermosos recuerdos

guardados en mis tibios pechos

 

Te espero cada uno de mis días

en cada hora, en cada minuto

Te espero con la certera ilusión

de saberme dueña de tu amor