Te espero una tarde cualquiera
bajo la sombra de las glicinas
con mis labios rosados
y el corazón enamorado
Te espero una noche de luna
recostada en mi lecho
en suaves sábanas de seda
perfumada con aguas de fresa
Te espero en la madrugada
al final de mi noche de insomnio
cargada de hermosos recuerdos
guardados en mis tibios pechos
Te espero cada uno de mis días
en cada hora, en cada minuto
Te espero con la certera ilusión
de saberme dueña de tu amor