Sucedió
Tú me mirabas y las pupilas de mis ojos
aclimatadas quisieron mirar a lo profundo
con la inquietud de los tuyos se acoplaron,
casi en rayos de luz chocaron sin murallas.
Me pedian que le subiera al embeleso
para no mirar lo imposible en su pasar
y cuántos sueños vinieron a mi mente
que en un cerrar de ojos tus labios besé mil veces
y cómo le saborié, era el manjar más exquisito
que hace mucho no probaba. Te refugiaste
en mi nido de gaviota revolotié tu mente
a quemas ropas, y en el árbol del sueño las golgué.
¡que maravilla encontré! todas no eran ingenuas,
la maldad apareció, tierna de empeños y erguida
como sin dueño hecha a mi medida, embrujo hallé.
Un cosquilleo de mariposas habitaron entre mil rosas
que en mi vientre desató, lluvia imperiosa
de juventud y te la robé. Fui tuya y como las cosas
no tienen nombre, me dejé y nos dejamos llevar
por la lujuria, hasta el fin, el impacto
que no se puede aguantar.
En un instante de mil glorias mi intimidad viniste
a decorar del plata encendido. También gocé, fuimos
queriendo y te entregué mis sentidos.
Tú miraba y en cada escalofrío, hubo pestañeos
que se escapaban. Así sucedió que hasta el jadeo fuerte
no me sorprendió, porque sin habernos visto encendidos
como braza, ¡Ay mi vida en ese silencio inconcluso,
la tuya, rieles en punta. como me quemaban!
NellyCastell
4-9-2020
7.25pm