Mas allà de tus ojos,
ardìa el crepùsculo,
que prendido en mi falda,cubrìa mi corazòn de gala.
Y tu sombrero sin ala velaba mis noches
en la casa que respira tu silencio,
encima de murallas de acero.
Una melodìa sin notas,
simbraba al compàs de ti,
donde en el ocaso se mezclan el azmicle de tu ida y mi soledad
que se funde en horizonte como el color del cielo y del ancho mar,
Tu recuerdo es paraje en calma
de palabras que arden en escritos de agua con hojas caìdas de otoño
que rondan tu alma ,y dibujan estrellas.
Te sumerges en mi inconstancia
de primaveras sueltas y perfume de gotas de luna,
y un agujero en la pared prendiò un duende en el espejo
que junto a mis dedos
acariciaban los ojos de la tormenta
y dormìan en la sombra de rincones que adornan miradas quietas.
Sinfonìas de quejas
ahogan llanto de tiempo ido en montañas de sosobra
y palacios construìdos.
Yo tomo el ascensor y busco palabras ,
mientras tù sobre escaleras,
robas mi sonrisa.
LUCIA