Asklepios

Como puedes ver

Como puedes ver, de nuevo estoy sobre el viento

de las palabras que escribo.

Mi corazón, con sus hilos rojos, se dedicará a buscar,

más allá de nuestras playas perdidas, los pensamientos

que suelen subir con las mareas.

Todas mis razones para escribir se van refugiando

tras las puertas del olvido aunque algunos susurros se

atrevan a salir envueltos en frágiles mensajes de porcelana y

recubiertos de desmayada y sedienta saliva con

la idea de presenciar el inminente abandono de

su supuesta cordura.

Recuerdo que muchas de estas intenciones

se fueron muriendo a solas mientras soñaban,

-como si esto fuera poco-, en recitar todos los

vértigos que tanta sencillez lleva consigo al estar

citada por siempre con los aromas de su propia pena

en ese horizonte, siempre de paso, donde los besos

esconden sus pedacitos rotos tras el tiempo irreal

que se refleja, cada día, en nuestras miradas perdidas