Las palabras que todo acaparan
describen las imágenes que hay en mí
Palabras locas para jugar, bailar y reír
Palabras cuerdas para aprender a pensar
Palabras crueles y filosas para lastimar
palabras simples y delicadas para amar
Palabras que se esconden en las sombras del olvido
que afloran inconscientes en las no palabras
caricias, gestos, miradas, frustraciones y deseos
Palabras que construyen puentes y casas
Palabras que destruyen ideas y sueños
Palabras que retienen, palabras que liberan
Pero de todas las palabras que existen
de todas las lenguas mías y extranjeras
hay dos que me llenan de felicidad
que completan mis días, tan lindas y sinceras
que me hacen sentir como un cántaro nuevo
que trascienden mi ordinaria existencia
y son tan simples y pequeñitas
tan acotadas y bonitas
tan llenas de sentido,
tan íntimas,
tan mías:
-¡Abu,... te quiero!