Somos dos marionetas
que arropan sus anhelos
en el nido contagiante de este verso.
Somos dos imaginarios juramentos;
tú me sueñas impaciente
y yo hago alarde de mis besos.
Somos dos amantes de poemas,
eróticos torrentes contenidos,
humedecidas noches placenteras.
Somos a veces el orgullo más grosero,
el más tonto refreno de caricias,
por culpa de ese más tonto miedo.
Soy a veces humo de tabaco
y tu el café amargo de grano añejo,
combinación confusa que bebemos complacidos.
Eres a veces esa voz demoníaca
que enloquece con premura
mis más perversos sueños.
Soy a veces el lujurioso poema
que se adentra en tus pensamientos
y posee tu rima y tu fondo entero.
Eres esa nocturna posesión
de súcubos deseos,
del más carnal de los deseos.
Somos dos amantes
que siempre destilan metáforas
y se entregan completos.
©El Yarawix