A pesar de los años que, gracias a ti,
Ahora llevan luto, aún puedo entre
Esas sombras vislumbrar, añoranzas;
De cuando tú eras mi piel, y yo, tu deseo.
Sin pensar más que en la felicidad de
Entonces, nos echamos a andar en un
Camino que no era el nuestro. Eso fue
Una casualidad un mal juego del destino.
No medimos riesgos, ni consecuencias
Y nos amamos con locura inusitada,
Cual par de vagabundos encontrando un
Ojo de agua en el desierto, nos bebimos.
Mas todo fue un error, ese cruce de
Palabras debió haber sido solo un cordial
Saludo, nada más. Sin embargo nuestros
Ojos se buscaron y cedimos a la tentación.
Delalma
05/09/2020