Somos cenizas,
partículas de arena
en este cosmos.
Pequeña parte
de un todo indescifrable
que nos abraza.
Y resistimos,
anclados a la tierra
y a mil embates.
Quisimos vernos
un día, como dioses,
y lo creímos.
¡Pobres mortales,
buscando en esta idea
una entelequia!
Esa utopía
de ser el superhéroe,
y el rey de Todo.
Pero las huellas
dejadas por los hombres
no dicen eso.
En los recuerdos
se encuentran las respuestas
y los pecados.
Seres de paja,
pequeñas marionetas,
buscando a Dios.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/05/20