Y pensar… que pude ser flor antes que fruto
Pensar que pude arribar entre júbilo
Como en las milpas se espera con ansia
La bienhechora llegada de la lluvia
En lugar de aparecer imprevista
Igual a la mala hierba en la banqueta
Que sin remordimiento es pisoteada
Como si su sola presencia estorbase
Jardineros inconscientes, que plantan y se olvidan…
Y pensar… que pude conocer la dignidad
Antes que la cruel humillación
Pensar que pude erguirme airosa
ante la primavera esplendorosa
y recibir dedos delicados deslizándose en mi rostro
cual tibios rayos del sol bendiciendo
los pétalos compactados del botón
¿por qué todavía resuenan infames
las palmas groseras en mi mejilla?
Jardineros inconscientes, que plantan y se olvidan…
Y pensar… que pude ser templo antes que antro
Debió ser hermoso guardar el cáliz anhelado
En el recinto pulcro de mi alma bien cimentada
¿por qué antes de abrir sus puertas fue profanado
Vulgares ladronzuelos hurgando en su intimidad?
Mutando el cáliz por la hiel
Mancillando suelo y paredes
Y salir campantes exhibiendo su botín
Jardineros inconscientes, que plantan y se olvidan…
Y pensar… que pude ser lago antes que charco
Ofrecer la límpida superficie incitando a los ensueños
Una profundidad reservada sólo al intrépido buceador
Que supiera recuperar, uno a uno mis secretos
¿Por qué siempre permanece mi mente estrecha
Hundida en ese angosto espacio lleno de fango?
¿por qué afán morboso los ojos de las masas
Se recrean contemplando al caído?
¿Por qué circulan escudriñándolo
Solamente empeñados en juzgar?
Si la inocencia es un error
¿por qué el divino maestro siempre predicó
Que el cielo sólo es para quienes sean
de alma y mente inocentes como un niño?
Jardineros inconscientes, que plantan y se olvidan…
Y pensar que pude ser amada y consentida
en lugar de señalada y criticada
mis oídos se habituaron a los insultos
pero mi alma mendigaba una esperanza
para poderse transformar
un alma noble y comprensiva
que con un casto beso, un fraternal abrazo
rompan el maleficio, desvelando la virtud
Pero, cuántos bribones merodean
que a los inocentes buscan tan solo
para arrancárselas de un tajo
la niñez, la juventud ya sin lozanía
exhiben en sus corolas desgajadas
y con esa desesperación de asirse a la vida
aun sintiendo que ya nada les ofrece
dejan que su alma de nocturna mariposa
divague en éste bajo estrato
Luz mortecina
velador indiferente
Y pensar....pensar que pude tener sueños
mucho antes que pesadillas...